Un paseo por la obra de grandes artistas.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

MANOEL VEIGA (1966) / SILUETAS FLOTANTES


  •  Decía Jerrold Levinson que la creatividad es, en definitiva, asunto a veces de repensar, o de reinterpretar, o de reelaborar  ciertas constricciones y no siempre permanecer con actitud creativa dentro de ellas o abandonarlas por completo. 


  •  El brasileño VEIGA apura efectivamente esas opciones en el interior de una red de afinidades que le permiten, gracias a sus recursos materiales y visuales, incardinar un discurso de siluetas flotantes, de giros, de espectros huracanados que acaban en voraces voluptuosidades. 


  •  Bajo una sensualidad cromática, que no está quieta e infecta todo el espacio, se asimilan a cielos de otro mundo, a cósmicas aleaciones que no tienen fin y nos invaden hasta someternos a sus leyes de rumbos interminables.      

Temía la vejez y el abandono:
pensaba que la forma más triste de marcharse
es no tener a alguien que te diga adiós.
(Benjamín Prado)