- Imagen y concepto se devanan los sesos en estas figuras de cerámica creadas por el maltés SCERRI. Se expresan en función de todos los códigos de comunicación y estéticos, pero su misterio lo guardan incólume hasta que el espectador lo descubre.
- Las posturas, los atuendos, arreos y adminículos que las significan, además de caricaturizarlas en cierta medida, las hacen más contundentes y tangibles en su representación, aunque su catarsis esté impregnada de una fina ironía sobre la vida y el destino.
- Estamos, por supuesto, ante una visión en que el artista a la desesperanza le pone entidades que la descalzan con toda parsimonia, evocan su narcisismo deprimente y se agarran a un imaginario que las decore con mayor bondad si cabe. Para desear la maldad ya están como están.
Y hasta somos también lo que no vemos:
aquello que pintamos muchas veces
sin saber cómo es, como será mañana,
después de la tormenta.
(Vicente Valero)
- ¿Son fotografías o la inmensidad de un cromatismo marino y abismal? Pues son lo primero y además la visión aérea de lo que mata, contamina, emponzoña, envenena y extermina. Fluidos que corrompen e intoxican.
- Pero también son una construcción plástica que nos consterna por su belleza, por la profusión de policromía en paisajes que nos descubren la infinidad de que es capaz la naturaleza y nuestra incapacidad para comprenderla sin adulterarla y pervertirla.
- Quizás estas imágenes sean una forma de salvarla y hacerla perdurar a través de su conversión en arte, pues, como dice John Currin, no hay miseria en el mismo. Éste va de de decir "sí", y todo arte consiste en su propia factura.
Mediodía de agosto. Las sombras queman, se hunden cada vez más. Y el sol, este sol hipnótico, oracular, que crece entre nosotros, nos hace confundir el tiempo que nos queda con el olor de las raíces arrancadas.
(Vicente Valero)
- Los autorretratos del artista son pensamientos visualizados, sensaciones, formas de verse y contemplarse en un momento determinado o a lo largo del tiempo. Es la incomprensión sobre una vida, la suya, que se escapa con lo mucho que pretende y cree dar todavía.
- Alison Bechdel aseguraba que digamos lo que digamos, siempre estamos hablando de nosotros mismos. O lo que es lo mismo, somos incapaces de concebir un lenguaje que no sea una comunicación sobre lo que nos parece la mentira de ser a través del engaño.
- En ellos, la norteamericana DUONG rompe cualquier asomo de narcisismo pero no de fetichismo, por eso agranda sus ojos hasta convertirlos en dos ejes que persiguen y tratan de reconocer al entorno vivo y sucinto en el que se encuentra. Paga gustosamente peaje a su idolatría, y piensa en el alma de los que la contemplan, no en la suya, porque hay un asomo de que la olviden.
- Quizás incurro en el defecto de pretender que las imágenes puedan decir aquello que queremos que digan, pero lo que se percibe e interpreta es menos y más erróneo de lo que hay ante nuestra mirada, al fin y al cabo, observaba Paul Valéry, una obra nunca está acabada: únicamente se abandona.
Desear nos eleva,
enmudecer nos mata.
El silencio machaca
nuestros huesos rendidos,
nuestra arcilla disuelve
las voces que se pagan.
(Aurora Luque)
- Uno los ve y las dudas pasan a ser otras dudas. Sensaciones que aparecen ante ellas que no las recuerdo. Aunque le llega de pronto el presentimiento de que el horror es más que tangible y un don que no se despega.
- Los rostros del norteamericano NESTOR semejan ser simulacros y artificios, incluso la predisposición a una catarsis y desapropiación de lo que era el engañoso espíritu de la belleza. ¿Estas facciones son el nuevo símbolo que ha mutado desde lo precedente?
- Bien es cierto que esta degradación plástica consigue el efecto de fulminar nuestra mirada, asquearnos hasta de ella por no saber evitar el encuentro cara a cara, rasgo a rasgo. Tememos estas imágenes porque se rebelan para constituir códigos malditos que aborrecemos.
- Son cánceres y abscesos, estigmas y putrefacciones que recalan en lo que fue históricamente el ideal de lo hermoso, radiante y agraciado. Ahora, ante estas obras, hemos de calibrar con otros ojos y otras emociones. Su significado nos aguarda en la búsqueda de sentir lo que existe dentro de ellas.
Dios es el nombre de la sed, el sino
y la querencia de esta soledad
en que ambos consistimos.
(Juan Vicente Piqueras)
- Hay viveros en que se cultivan y crecen innumerables especies, criaderos metafóricos de engendros que son fruto de mixtificaciones esotéricas y experiencias impenetrables que agudizan la hipnosis.
- Nunca sabremos como el coreano MACNAIR ha dado con ellos porque la práctica generadora que emprende con exquisito dibujo y una marcada ausencia de su propio yo, se vierte dentro de un profundo trance.
- Podría decirse que es un Bosco de hoy lo mismo que puede ser de mañana o del fin del mundo. Él no puede vivir sin darles presencia y realidad, sin que no pueda extasiarse ante su visión. Esa es quizás la única mirada, la de la consumación, que nos deja compartir. Y eso sin ciertas dudas.
Aunque sepamos cada uno lo que es el amor, amamos siempre al borde de un extraño vértigo: el de la muerte.
(Pilar González España)