Un paseo por la obra de grandes artistas.

lunes, 11 de enero de 2016

JOSEP BAQUÉS (1931) / ME SITÚO ALLÁ


  •  Jean Clair tenía algunas salidas fastidiosas como las de asegurar que "la obra permanece vinculada a su lugar y a su tiempo, y no puede ser desvinculada sin que su significado mismo resulte arruinado. El país es el fondo del que no se puede separa la obra". 


  •  Hay algo de cierto en ello, pero no es una regla general, y así lo refleja en su obra el catalán BAQUÉS, que tiene ese aire de estéticas del pasado y aún del presente, de miles de localizaciones y épocas, pero con una identidad que se abre en muchas direcciones, siendo la principal su carga poética. 


  •  Desarrolla su creación con una sabiduría y sensibilidad acusadas en la organización del dibujo y de la fluorescencia del color, cuya versatilidad y móviles se funden con total armonía. Son fuentes metafóricas manando un don de plasticidad y gracia, de serenidad y contemplación callada. 

El Estado interviene en nombre del progreso, del embellecimiento e incuso de la justicia social, para redibujar las fronteras urbanas en beneficio de propietarios de terrenos, inversores extranjeros, elites nacionales y clases acomodadas (Mike Davis).