Un paseo por la obra de grandes artistas.

lunes, 6 de marzo de 2017

GILBERTO FRÓMETA (1946) / NO PUEDO CONTENERLOS


  •  Lo figurativo y la abstracción bajo un denominador identitario común en la obra del cubano FRÓMETA: el color, la gama cromática que emplea para que se atraigan y con ello crezca, se mueva y configue una realidad viva.


  •  Decía Rudolf Arnheim que la función de la metáfora es hacer que el observador penetre la sólida corteza del mundo de las cosas mediante la combinación de objetos que poco tiene en común, salvo la estructura subyacente. 


  •  Y en este caso, el artista refleja un gesto expresivo basado en la motricidad vital, en la energía de los movimientos que refuerzan la potencia del trazo. Sus caballos rompen la trama texturizada para mostrar la fuerza y agresividad de la que son poseedores, la plasticidad que emanan con sólo acercarse a su imagen, sin que el esquema informal pierda su valor.  

Que ya se fue balando
por el derribo de los cielos yertos,
donde meriendan muerte los borrachos.
(Federico García Lorca)